Un dorado recuerdo familiar
Esta semana te presentamos uno de los trabajos que más nos gusta hacer: Ayudar a un cliente a conservar un recuerdo familiar.
En este caso, un cuadro que estuvo unos 25 años en el altillo de un armario dentro de una bolsa.
Restaurarlo no resultó una tarea fácil, precisamente lo describimos como marco capilla debido a que la estructura no es plana. Entre los laterales y la zona superior se forma un ángulo por el que resulta que el marco recrea un habitáculo.
Dentro de este habitáculo, como si de una capilla se tratara, se coloca la imagen.
En este caso, se trata de una Inmaculada Concepción ¿Sabrías distinguirla?
AL LLEGAR AL TALLER
Cuando nos los trajo, el aspecto no era bueno.
Estaba roto en los laterales, no sólamente roto, el larguero superior estaba completamente desprendido.
También estaba muy sucio, por lo que comenzamos haciendo una limpieza.
Una vez limpio, tocaba encolarlo.
Atendiendo a la complejidad de las formas, fueron necesarios varios instrumentos y formas para hacerlo.
Este era el marco una vez quitamos la estructura que utilizamos para encolarlo.
Aunque veas en las fotos la fase de encolado y desencolado simplemente, el proceso ha sido un poco más complejo.
Te mostramos el proceso de restauración en un ejemplo de una esquina, en estas fotos puedes ver cómo la esquina superior no llega a encajar del todo al posicionarla, ya que el material se había combado.
En este caso, la probabilidad de rotura si intentamos forzar para llevarlo a su posición original es muy alta, por lo que se decidió rellenar con aparejo los espacios formados:
Una vez el aparejo se ha secado y moldeado para obtener la forma original del marco, se replica el color para integrarlo en el conjunto:
Este proceso ha sido necesario en todos los ángulos que formaban la capilla, y también en algunas de las rajas:
Una vez se ha encolado el marco por completo, la pieza todavía es débil como para confiar en que pueda utilizarse normalmente.
Aplicamos un refuerzo con el mismo estuco en la parte posterior:
Si te fijas en la foto, hay un cartón entelado que hace las veces de trasera del marco.
Este cartón sería la segunda parte a tratar de la pieza. No representaba ninguna estructura, si no que estaba pegado simplemente a la parte posterior evitando que la imagen de la Virgen se cayera.
También estaba roto, por lo que procedimos a retirarlo y sustituirlo por otra estructura de trasera que permitiera cambiar la imagen que se quisiera poner en el marco, mejorando su función.
Reforzamos el recuadro interior y sustituimos el cartón viejo por otro cartón no ácido entelado en un color similar al original.
TRAS PASAR POR EL TALLER
A nosotros nos parece un cambio notable, y sobre todo, una historia con final feliz que poder contarte: la de un recuerdo familiar que nuestro cliente recordaba haber visto toda su infancia en casa de su tía, y que finalmente decidió traernos para regalar a su padre una vez restaurado.
Gracias por leer!
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