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 Un sencillo taburete puede ser una pieza rompedora

Presentamos el resultado de la restauración de una pequeña caja de madera con el interior forrado en terciopelo.

Este encargo es especial y muy personal ya que la cajita fue fabricada por el abuelo de nuestra clienta a principios del siglo XX.


Al llegar al taller

Con las partes que aún se conservaban en el interior de la caja, realizamos el diagnóstico:

Falta uno de los dragones que decoraban la tapa superior, se ha realizado una copia tomando de muestra uno de los que llegan enteros, y se unen las piezas de los que llegan partidos.




No sólo las decoraciones superiores en forma de dragón estaban sueltas, la mayor parte de las decoraciones caladas superpuestas a los paneles principales también estaban desencoladas.
 



Estos paneles que conforman el cuerpo de la caja se habían abierto y ha sido necesario llevarlos a su sitio.

El forro interior estaba en buen estado y únicamente ha necesitado limpieza, mientras que la tela que asomaba por las aberturas de las piezas que forman el volumen de la tapa estaba en muy mal estado, prácticamente deshaciéndose en las manos y ha sido sustituida.

También ha sido necesario cambiar la cinta de raso que unía la tapa a la caja, que estaba deshilachada, y se ha elegido otra más acorde a la estética general de la pieza.

Respecto al acabado, realizado en goma laca, había oxidado y saltaba con facilidad al no estar aplicado de manera uniforme.
Se ha retirado hasta igualarlo y se ha aplicado goma laca transparente para conservar el color naturalmente oxidado del original.

 

Resultado final

Así es como ha quedado finalmente, y podemos decir, al igual que nuestra clienta, que estamos encantados con el resultado.

Además nos queda la satisfacción de saber que seguirá guardando este precioso recuerdo.






¡Gracias por leer!

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