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Esta semana te enseñamos parte de un conjunto de habitación que fué afectado por la humedad al inundarse el trastero donde su guardaba.

En concreto, restauramos el cabecero, el piecero y un espejo de sobrecómoda. 

Para hacerlo más fácil iremos describiendo cada uno por separado. Comenzamos por los componentes de la cama:

 

CABECERO

Al dormir,  toda la grasa y las impurezas que de normal tenemos en el pelo, pasan a las superficies de las camas.

Por  el efecto del roce continuo, el cabecero tenía la pintura desgastada y alterado el tono, pasando del crema original a un color amarillento.

Este desgaste, junto con algún que otro manotazo mientras dormimos, hace que la pintura salte y se hagan arañazos.

 

 

El mayor problema de esta pieza fueron las patas, que debido a la humedad se hincharon y perdieron el lacado.

Lamentablemente, sólo podemos ofrecerte fotos del después en esta intervención:

 

 

PIECERO:

Al igual que el cabecero, en el piecero la peor parte se lo había llevado la superficie de apoyo. Viendo su estado te puedes hacer una idea de cómo estaban también las patas del cabecero.

Retiramos la parte afectada y volvimos a integrarlo con el resto del mueble:

 

 

ESPEJO:

Esta pieza tenía afectada uno de los laterales, la madera estaba completamente encorchada y se desprendía fácilmente.

 

 

Recuperamos todo lo que pudimos del original, con refuerzos internos debido al estado de la madera.

 

 

Finalmente, hubo partes que tuvimos que reconstruir, pero el resultado mereció la pena:

 

 

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