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Vamos a continuar celebrando la llegada de la primavera. 

Si eres como nosotros, seguramente más que salir te gustará comenzar proyectos nuevos, aprovechando que con el calor la pintura seca antes.

Por tanto esta semana te mostramos unas mesillas que incluimos en
nuestro portfolio, que quedan muy resultonas y se consiguen con una técnica muy simple.

Te recomendamos esta técnica para alguna mesilla o cómoda que tengas por casa y que te apetezca darle un toque más moderno en pocos pasos.

Para estas mesillas nos inspiramos en uno de los motivos típicos de los manteles, las rayas. Y las combinamos en distintos grosores. Pero vamos más despacio:

Preparar el mueble para pintar

Las mesillas llegaron al taller sucias, como casi siempre, pero en este caso no nos molestamos en pasar más que un trapito para comprobar el estado de la chapa y del mueble en general. No era necesario ningún arreglo en la carpintería, directamente pasamos al proceso de preparar la superficie.



 

El barniz nos va a servir como soporte, para ello primero tienes que lijar un poquito el barniz, así la pintura agarra mejor en los surcos que quedan. Este truco funciona no sólo con la pintura, también con los adhesivos. Así lo hicimos cuando forramos una mesa con periódicos, un proyecto que también te puede interesar.

Ahora hay que volver a limpiar, esta vez con un poco más de ahínco para quitar el polvo que se ha generado al lijar.


Quita las puertas y cajones, y a su vez, los tiradores que haya, para que resulte más fácil trabajar.




¡Lo tenemos listo para pintar!

Pintar el mueble

Aplica la primera capa de pintura, directamente. En este caso nosotros la elegimos blanca, pero como para gustos los colores, puedes elegir los que más te gusten, sólo vas a necesitar 2. Cuando haya secado, si quieres que quede muy cubierto será conveniente aplicar una segunda capa. A nosotros nos gustó cómo quedaba con la primera y la pátina rojiza que asomaba.



 

Ya tienes la base, pero si como en nuestro caso, el mueble tiene molduras, torneados o similar, es el momento de dar volumen. Resalta estas zonas lijando un poco la pintura, hasta que se vea un poco desgastado.

Muchos proyectos terminarían aplicando ahora una capa protectora, pero para dar un paso más allá en el diseño final del mueble, te proponemos decorar un poco más:

Decorar un mueble con stencil 

La técnica que utilizamos se llama estarcido, aunque es más popular el nombre de stencil. Se trata de aplicar pintura en un entorno concreto y delimitado, como por ejemplo si quieres hacer letras, o como en este caso, conseguir una línea recta, que sería mucho más complicado de conseguir a mano alzada.

Para que todo quede igual, vuelve a colocar los cajones y las puertas.

Con cinta de carrocero, delimita las zonas que vas a pintar del segundo color. Asegúrate de que queden las líneas rectas.

CONSEJO: Para no llevarte la pintura base con la cinta, posa primero la cara del adhesivo a otra superficie. Así no será tan potente y podrás pegarla sobre el mueble que estés pintando sin temor a levantar la pintura.

Coje poca cantidad de pintura y descarga sobre un papel de periódico la mayor parte. Así te aseguras de pintar únicamente las zonas que quieres pintar, y evitas que por acumulación de producto se te cuele debajo de la cinta.

Mediante pequeños toques, ve rellenando las zonas que hayas delimitado.



Cuando hayas terminado, retira la cinta, aplica el acabado y vuelve a colocar los tiradores.

Ya sólo te queda disfrutar del resultado. Este es el nuestro:



Utilizamos la decoración tipo mantel porque eran dos mesillas, y así las creábamos un conjunto en espejo:



¡Gracias por leer!