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En los tiempos que corren, casi nadie muele los granos de café en casa.

Utilizamos cafeteras de filtro italianas, o, en los últimos años, las famosas cápsulas.

Han sido unos de los regalos estrella los últimos años en navidad, hasta nosotros tenemos una para ofrecerte un café en los descansos de los cursos.

Por todo esto, los molinillos de café tradicionales han quedado obsoletos, y a veces hasta han perdido parte de su estructura.

Es lo que nos pasaba a nosotros en la pieza que te traemos esta semana.

Teníamos las tapas de unos viejos molinillos de café, y decidimos darles otra utilidad para que no quedaran apartadas como unos trastos viejos.

Primero, hay que ver cómo están estas piezas.

La limpieza era imprescindible, y hubo algunos elementos que tuvimos que intervenir.

Una vez quedaron limpios, pulidos, lijados y encerados quedaron tan bonitos que publicamos una foto en Instagram (te dejamos el enlace, puedes seguirnos y ver el día a día del taller)

Cuando ya los tenemos preparados, es hora de ponerse con el soporte. Utilizaremos las muelas salientes para insertarlas en una tabla.

Por tanto haremos unas aberturas en la tabla elegida a la medida de éstos.

Probamos los molinillos, y, aunque encajaban estructuralmente, no terminamos de verlo como resultado final.

Faltaba resaltar los molinillos, que fueran la estrella del conjunto. Optamos por un papel de arroz discreto pero en tonos muy claritos.

Aprovechamos la moldura y la dejamos en su color natural. Así conseguimos que al colgarla en la pared, destaque la pieza en sí misma, queda enmarcada.

Este es el resultado final:

¿Qué te parece? Déjanos tu opinión en los comentarios

Si te sientes inspirado para hacer piezas como ésta y quieres pasar un rato agradable con nosotros cada semana, no dudes en apuntarte a nuestros cursos.  

 

Gracias por leer!